Tiene que ser una sensación muy especial el subirse a un escenario en un bar de tu casa y ver que esta a rebosar de gente y que cuando levantas la mirada del micrófono ves las caras de los amigos de antes, de los amigos de ahora, de la familia, de la gente que conoce tus discos y de la gente (como yo) que casi no te conoce pero que una “mala” influencia te ha llevado allí.
Esto es lo que la paso ayer a Gastelo, tocaba en casa y eso se notó, tanto en ella como en el público. Ella tubo momentos de emoción hacía la gente que la rodea y en el público ojos cristalinos que denotaban cariño personal y profesional.
En cuanto a la música pura y dura, me encontré con una cantautora que tiene canciones muy personales, no habla de paz en el mundo o de derechos humanos, habla de sus sentimientos y de sus vivencias, lo cual la implica y la deja al descubierto ante el público.
Pero la verdad es que lo que más me gusto y lo que más me sorprendió fue José Barragán con su guitarra, es un guitarrista que toca muy bien y con mucho gusto, pero de esos hay muchos, este tío tiene algo más, tiene eso que yo llamo “Magia”. No sé si la tiene de siempre o si el paso por la banda de Antonio Vega hizo que un poquito de la magia del genio se le pegara, pero tiene algo que le hace especial. Aquí os dejo una muestra de su arte.
En resumen que ayer me lo pasé muy bien en el concierto y que me quedo con muchas ganas de dentro de menos de un mes repetir en Santander con la compañía de la gran Rebeca Jiménez.
Gastelo - Será
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