martes, 30 de julio de 2013

Triunfo de Mark Knopfler en las Ventas: Dos orejas bien merecidas.

   
 La plaza de toros de las Ventas en Madrid lucía sus mejores galas, en el atardecer de la capital se notaba el ambiente de las grandes tardes de Toros, solo hacía falta romper el dicho taurino de "Tarde de expectación, noche de decepción", pero el primer espada que se nos presentaba daba pie a romper el dicho.

     En el coso de las Ventas el respetable abarrotaba los tendidos y esperaba con inquietud el paseíllo que Knopfler y sus subalternos empezaron con unos minutos de retraso.

     Para calentar al respetable Mark se fue a la puerta de toriles y recibió al morlaco rodilla en tierra con una larga cambiada y nos ofreció "What it is" una canción que suena a clásico de los Dire y que hizo al público empezar a vitorear al maestro y no parar hasta el final de la faena.

     Luego como manda la lidia vinieron los capotazos para parar al toro y llevarle al terreno donde Mark quería tenerle, toda la lidia estuvo salpicada de una inmensa calidad y de una gran variedad con lances que sonaban a los Dire Straits, al folk profundo o al country, pero todo con un gusto exquisito. Es una delicia ver tocar a este hombre como lo hacen los buenos toreros, quieto, sin aspavientos, en su sitio, sin enganchones y con toda la belleza del mundo.

     Llegó el tercio de banderillas, donde Mark Knopfler nos ofreció tres temas variados pero con una calidad  y fuerza descomunal, fueron "Romeo and Juliet", "Gastor Blood" y "Haul Away". Hay que destacar en todo momento la increíble calidad de sus subalternos con momentos impresionantes y solos insólitos como por ejemplo un duelo de violín y contrabajo que puso la plaza boca abajo, da gusto escuchar a esta grandísima banda de músicos.
     
     Tras este gran momento llegó la faena de muleta donde Mark volvió a demostrar su gran estado de forma con tandas variadas dentro de la sobriedad y con toda la calidad, potencia y precisión de los grandes maestros. Esta faena la abrocho con dos temas de los Dire Straits que fueron "Telegraph road" y "So Far away".

     Mark intentó retirarse para matar este morlaco, pero la plaza le pedía mas y mas con la clara intención de escuchar al gran maestro un par de temas mas de los míticos de los Dire Straits, pero el maestro salió a matar y lo hizo en terrenos equivocados, en mi opinión, con un tema (Going Home) un poco blando para el final del concierto. La gente no paraba de pedir otra y otra pero el maestro decidió que el festejo había concluido y el público desfiló hacia la calle saliendo injustamente por la puerta grande, puerta que debería estar reservada para el maestro Mark Knopfler.

     Una pena que se conformara con las dos orejas y no apostara por conseguir el rabo del animal, pues simplemente saliendo una vez mas al ruedo y tocando una de las canciones míticas de los Dire, nos hubiera llevado hacia el hotel con tal subidón, que hubiera estado por jurar que había sido el mejor concierto de mi vida, pero aún con ese pequeño desazón final, Mark Knopfler salió en hombros del coso Madrileño.

     Larga vida al Genio.....


1 comentario:

  1. Toda mi vida sigo a este.hombre su musica siempre he querido verle pero nunca he podido. Soloespero no morir con la pena de no verlo en directo solo una vez.tengo una historia muy triste personal en la q su musica fue compañera

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