jueves, 10 de octubre de 2013

UN PEQUEÑO VIAJE A LAS ENTRAÑAS DE "LOS MISERABLES"

    Ayer, por motivos relacionados con mi trabajo, tuve la oportunidad única de poder visitar las tripas de "Los Miserables" a una semana del estreno de su gira nacional que será en Santander.

     A las siete de la tarde me recoge en taquilla Moisés Robles, Technical Manager de Stage Entertainment España, responsable de todo el tinglado que voy a ver en el escenario. Entro a la Sala Argenta del Palacio de Festivales de Santander por una puerta que da al lado del escenario y lo primero que llama mi atención es la cantidad de mesas de trabajo que se despliegan entre las butacas. Allí esta la mesa de trabajo del equipo que consigue que el escenario cobre vida, rodeados de botones que accionan motores y pantallas que le enseñan el decorado desde todos los ángulos posibles. También esta la mesa de Sonido, iluminación, dirección, producción....

     El siguiente paso es ponernos entre las butacas y ver  el decorado, aparentemente acabado y en el que varias personas van apuntalando cosas, la vista es espectacular y deja ver lo que será una gran producción.

     Al pasar hacia el escenario me paro a ver el foso de la orquesta con todos sus instrumentos montados y donde llama la atención un set de percusión enorme con mil cosas que tocar, es un lujo ver esta parte del palacio que normalmente queda oculta al gran público.

     Es impresionante subir al escenario y verte metido en medio de ese grandioso decorado. Llama mi atención que el suelo esta lleno de raíles que hacen que los decorados se puedan mover y la explicación de como debajo del suelo que pisamos esta todo lleno de motores y cables para que todo funcione.

     Desde allí arriba la verdad es que la vista del patio de butacas también impresiona y me imagino que escuchar una ovación de toda esa gente puesta en píe tiene que ser algo muy especial. Mientras nos adentramos en la parte posterior del escenario me fijo en la gran cantidad de focos, máquinas de humo, y demás artefactos técnicos que a los laterales del escenario están ocultos a los ojos del público.

     En la trastienda un montón de máquinas que son las que controlan todos los micros de los actores y cada una con la foto y el nombre de cada personaje, según me explican cada micro con distintos registros dependiendo de la voz del actor y del tipo de personaje.

     Y allí detrás un montón de trajes y pelucas del vestuario, pues los actores tienen que hacer cambios rápidos entre escena y escena y pueden llegar a cambiarse hasta 35 personas al mismo tiempo, vamos una locura.

     La visita llega a su fin, pero después de ver como más de cien personas trabajan de nueve de la mañana a doce de la noche durante tres semanas en lo que sólo es la recta final del trabajo de mucho más tiempo que lleva montar un musical así saco una conclusión muy clara, LOS MUSICALES NO SON CAROS, mas bien me parece imposible que puedan rentabilizar tanta inversión.

     Gracias a Moisés por perder un poco de su preciado tiempo conmigo, y desde luego me quedo con una experiencia que nunca olvidare.

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