domingo, 9 de octubre de 2011

LAPIDO UN CANTAUTOR MUY ELECTRICO

     La primera sorpresa del viernes fue el "cafe Antzokia" de Bilbao, una sala preciosa, parece un antiguo teatro con un escenario amplio, pero el patio de butacas libre para el público. Cuando miras a lo alto se observa una bóveda preciosa que hace del sitio algo impresionante.

     En la sala un público entrado en años, pero con un aire rockero curioso, desde luego un público entregado y con ganas de buena música.

     Continuando con las sorpresas, lo que me encontré en el escenario fue una banda de Rock en toda regla, nada de engañar con algún momento de descanso para darlo todo en algún tema suelto, puro Rock durante todo el concierto.

     Yo a Jose Ignacio Lapido le he conocido hace poquito y aunque sabía de su pasado rockero en el grupo 091, creía que me iba a encontrar a una especie de canta-autor más cañero pero con momentos de intimidad. Pues de eso nada lo que me encontré fue una banda que sonaba como un cañón y que no nos dio un segundo de descanso.

     Durante hora y tres cuartos nos fue pasando por temas del último disco, los que yo me sabía, y temas de toda su trayectoria incluido 091, la pena es que estos no me los sabía y como la banda tapaba un poco la voz de Lapido me quede sin escuchar lo mejor de este hombre,....sus letras.

     No puedo acabar sin poner un pero, para mí importante, los músicos de esta banda parecen sacados de un casting, todos son super excesivos en sus gestos y esto a mí me estropea un poco el concierto, no aguanto a los músicos pajeros, y en esta banda no se salvaba ni uno.

     A pesar de este "pero", nos ofrecieron un gran concierto de Rock, con sabor a tiempos pasados y con uno de los mejores escritores de este país, es una pena que este tío no tenga el reconocimiento del gran publico, por que el de sus compañeros lo tiene, es impresionante como hablan de él gente como Miguel Ríos o Quique Gonzalez.

3 comentarios:

  1. Hombre, vaya "pero" más tonto. La verdad es que a mí los gestos, p. ej. de Víctor Sánchez, el otro guitarra, disfrutando de cada nota que da, sólo me hacen participar con más pasión de los conciertos en los que he visto a esta formación, que ya son tres. No sé si Bilbao fue más gestual que Madrid, pero ayer en la sala Caracol el concierto fue antológico, el sonido perfecto, y Lapido incluso "dicharachero", si es que él puede llegar a serlo con esos textos que le acompañan. Y los gestos pertenecen a la teatralidad que conlleva toda "performance" pública, ni más ni menos.

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  2. Hay que sentir la música hombre!

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  3. No me gustan los orgasmos fingidos, aunque sean sobre un escenario y con una guitarra o un teclado entre las manos. ¿Alguién pensó de verdad que el teclado iba a acabar sobre nuestras cabezas?
    Payasadas las justas...
    (FCP)

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