Este fin de semana ha sido musical, pero muy distinto a lo que suele ser habitual, con dos eventos de los que hacen que una ciudad como Santander este orgullosa de su gran programación musical en todos sus diversos estilos.
Para empezar el Viernes 20 por la tarde pude disfrutar con mi mujer y con mis "enanos" de un concierto de la Banda Municipal de nuestra ciudad, distinto y lleno de encanto. Es un placer escuchar grandes clásicos de la música bajo el sonido distinto de una Banda, en la que los metales toman todo el protagonismo y su sonido hace retumbar las canciones de una forma distinta.
Bajo la dirección de Vicent Pelechano, nuevo en la banda y que parece querer dar un nuevo enfoque a este grupo de grandes músicos y acompañados de las voces de Carol Martín y David Argós, dos asiduos de los grupos Cántabros, pudimos deleitarnos de grandes clásicos que nos llevarón al sonido de las grandes Big band que te traen a la memoria a Sinatra, Buble, y a mí, aunque esto probablemante sea una herejia, al gran Miguel Ríos que con su Big Band Ríos me descubrió este gran mundo que cada día me gusta más.
Desde Julio del año pasado he tenido la ocasión de escuchar en tres ocasiones a la Banda Municipal tocando siempre distintos tipos de música, y siempre me deja un gran sabor de voca y cada día me deja más claro que esta llena de grandes músicos de carrera, de los que saben lo que es un pentagrama y eso se nota en sus actuaciones, FELICIDADES!!!.
Banda Municipal Santander "Feeling Good"
Por cierto el ver a mis hijos imitando a los músicos, al director y disfrutando de la música en directo es algo que me llena de gran alegria, ójala que dentro de muchos años el recuerdo que tengan de su padre sea esos conciertos a los que les llevaba...
El domingo 22 tuve la gran suerte de asistir en el Palacio de Festivales de Santander a la interpretación de la Novena sinfonía de Beetoven que realizó la Orquesta del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, y la Sociedad Coral de Bilbao. Ponerme Aquí ha realizar cualquier tipo de comentario sobre la interpretación de esta obra sería la mayor de mis osadias pues no tengo la cultura suficiente para valorar la actuación.
Pero de lo que si que puedo hablar es de sentimientos y ayer viví varios en mi píel. El primero es de emoción al escuchar lo bonito e impresionante que suena una gran orquesta en directo y lo sublime que es cuando además la acompaña un gran coro.
El siguiente sentimiento es de admiración por esos grandes músicos y su grandísimo esfuerzo que hay detrás de esta hora y cuarto de actuación, tantas y tantas horas de ensayo primero en solitarío y luego en grupo para hacer sonar a tanta gente como a uno sólo. La admiración también, por supuesto al autor de la obra, me parece mentira como una sola persona puede aunar tantos sonidos de tantos instrumentos, de tantas voces y hacer que suene tan magestuoso.
También la alegria por la suerte de poder acercarme a la gran música, en el momento aducuado y con la obra adecuada lo que hace que me anime a volver a intentarlo.
Y por últmo una reflexión, ese sentimiento de que la música clásica es muy cara me parece una injusticia, podrá gustar más o menor pero el esfuerzo y las horas de trabajo de casi 200 personas que ayer estaban sobre el escenarío no esta lo suficientemente valorado, desde luego al precio de las entradas de ayer a mí me parece barato.
Vídeo: "Cuarto movimiento Novena Sinfonia"
No hay comentarios:
Publicar un comentario