Ahora muchos os preguntareis por el tal Alzola que consigue en mi estos milagros, pero si su nombre no os es familiar si os cuento que es el Saxo de Fito y Fitipaldis seguro que todos sabéis quien es. Desde siempre este hombre me tiene conquistado, me parece la base para que los Fitipaldis sean distintos, el hombre capaz de batirse en duelo con la guitarra del gran Carlos Raya o de conseguir, en la gira de teatros, que Fito suene con aires renovados, además de ser el único Fitipaldi original que queda.
En cuanto al concierto de la semana pasada, y desde la mayor de las inculturas, me atrevo a decir que tuvimos la ocasión de ver a cuatro grandes músicos que se les nota disfrutar con lo que hacen y que aunque mi oído sigue sin saber ordenar en mi cabeza los sonidos del Jazz, el concierto me gusto mucho y disfrute de estos músicos.
Es verdad que no puedo considerar que me haya gustado el Jazz pues de lo que disfrute en grande es del sonido precioso del Saxo de Alzola a metro y medio de distancia y de momentos puntuales de sus músicos, pero como primer acercamiento me parece una experiencia muy recomendable.
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