El decorado del concierto perdió encanto por la lluvia, cambiamos la majestuosa portada del Palacio de la Magdalena por una carpa, pero salió Vicente Amigo empezó a sacar sonidos de la guitarra y todo lo demás dio igual.
Con su primera intervención en solitario me hizo pensar en que realmente la guitarra clásica y la flamenca tienen en común mucho más que seis cuerdas,... Que bonito suena cuando alguien consigue que la guitarra cante, cuando el simple sonido de un instrumento tiene todo lo necesario, cuando no son necesarios los artificios, cuando triunfa el Arte.
Después durante el concierto acompañado por sus cinco músicos me vienen a la cabeza muchos recuerdos para el gran maestro Paco de Lucía, el inventor de todo, el que nos acercó a los guitarristas flamencos al gran público... El Más Grande!!!.
Desde la más pura envidia del que ve esos dedos vertiginosamente precisos, solo puedo repetir lo que, a gritos, se escucho entre el público en la Magdalena: "Vivan los que tocan tan limpio", Ole Maestro!!!
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