La verdad es que los títulos de sus dos discos definen muy bien la noche que nos brindó Carminho en Sobrelapeña el martes pasado, Fados y Alma.
Esta cita estaba dentro de las actividades programadas por el FIS y La Fundación Botín, y la verdad es que el paraje escogido para el concierto es parte del encanto de la noche. Sobrelapeña esta rodeado de montañas, con su iglesia en un alto y con un paisaje idílico, al que llegamos un montón de foráneos en busca de un concierto especial.
Unos minutos después de las ocho de la noche aparecía en el altar de la iglesia Carminho y sus tres músicos: Diogo Clemente (guitarra clásica), Daniel Pinto (bajo) y Luís Guerreiro (guitarra portuguesa) que además de acompañar y complementar la voz de Carminho nos ofrecieron un par de temas instrumentales que fueron de lo mejor de la noche.
A partir de aquí se me hace muy difícil transmitir lo que se sintió en aquella iglesia, una mezcla de belleza, arte, respeto, sabiduría...., en definitiva tengo que decir que el pasado martes viví uno de los conciertos más bonitos de mi vida.
Los Fados, canciones con alma nacidas en Lisboa y que cuentan las vidas de la gente obrera y de barrio se fueron sucediendo con maravillosas explicaciones de Carminho sobre las historias que cuentan sus letras. Carminho nos hizo participes de lo especial que la resultaba cantar sus temas en una iglesia, pues es tradición familiar y convicción personal el ir los domingos a la iglesia cantando en sus coros.
Para acabar Carminho nos deleito con un tema al mas puro estilo Casa de Fado Lisboeta, es decir junto al público y sin micrófono, TODO MAGIA Y BELLEZA.
Es difícil transmitir sentimientos, por lo que espero que esta pequeña grabación ayude a entender la atmósfera que se creó en Sobrelapeña, Gracias Carminho, el próximo viaje a Lisboa!!!
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