Francisco Sánchez Gomes nació el 21 de diciembre de 1947 en Algeciras, desde pequeño trabajó muchas horas con la guitarra, recibiendo sus primeras clases de su padre y de su hermano. Como en su barriada había muchos "Pacos" para diferenciarle agregaron el nombre de su madre al suyo y así nació el nombre artístico de Paco de Lucía.
Hoy en día decir que Paco de Lucía es uno de los músicos más importantes que ha dado este país en toda su historía resulta una perogrullada, pero para que veamos hasta donde llega su dimensión voy a intentar contaros unos puntos básicos de sus logros.
1- A finales de los 60 conoce a Camarón de la Isla y con la unión de estos dos genios consiguen llevar el flamenco al gran público, consiguen popularizar el flamenco iniciando un proceso de mestizaje con otros ritmos como el Pop, el Rock o el Jazz.
2- Consigue la Internacionalización del flamenco. A esto ayudó los discos y las giras que hizo junto a Al Di Meola y Jhon McLaughlin, guitarristas de Jazz que usaban la improvisación como base de sus espectáculos. Al principio Paco lo pasa muy mal en el escenario intentando seguir a estos dos genios, pero en cuanto le dieron unas nociones básicas sobre escalas, armonías, y demás conceptos básicos, Paco demuestra su facilidad para el aprendizaje y disfruta como nunca en los escenarios.
3- Consiguió dar el sitio que le correspondía a la guitarra Española dentro de la música clásica, gracias a su interpretación del concierto de Aranjuez. Este reconocimiento a la guitarra Española fue uno de sus mayores retos como se puede observar en estas declaraciones de octubre de 2010:
Cuando me propusieron tocar el concierto de Aranjuez en Japón, fue un reto para mi, nunca lo había tocado ni me lo sabia. Como suele ocurrirme, firmé el contrato y me olvidé. Cuando me di cuenta solo faltaba un mes para debutar, pensé que sólo podría lograr aprendérmelo estando completamente solo y abstrayéndome del mundo.
Para estudiarlo me escapé a México, a la casa de Playa del Carmen. Me llevé mi bata japonesa un par de bañadores, la partitura del concierto, un pentagrama con los nombres de las notas para poder descifrar aquello y varias versiones grabadas.
Fueron unos días duros pero los recuerdo con gusto. Cada mañana cogía mi fusil de pesca y me iba caminando unos 5 Km. por la playa hasta la pequeña bahía de X-Caret, que en ese entonces era virgen, era mi pescadería particular. Me tiraba al agua un par de horas hasta conseguir la comida del día, que era generalmente un pargo. De regreso a casa, lo limpiaba y lo freía. Una delicia.
Después de comer, me instalaba con mis notas y mi cassette hasta la medianoche.
Con la partitura localizaba las notas y con las grabaciones comprendía los tiempos. Esa parte fue la más difícil, porque en muchos pasajes las versiones clásicas utilizan rubatos que no están en la partitura. Que de horas me tiré con algunos pasajes escuchándolos mil veces hasta poder encajarlos. Porque para mi lo más importante en ese momento era respetar el tiempo.
Después de un mes, regresé a Madrid, ya lo tenía.
Espero que con estas líneas nos demos cuenta todos de la suerte que es tener en este país a un revolucionario de la guitarra, tan revolucionario que incluso cambió la forma de tocar, haciéndolo con la pierna cruzada, lo que le costó las críticas de los puristas del flamenco.
Espero poder volver a ver en directo sus dedos precisos y vertiginosos que consiguen que cualquier sonido sea Arte.
Este tipo no tiene límites
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