Cuando Carlos Goñi presento esta gira en versión trío y entre las varias razones que dio para ir en este formato, mas pequeño de lo habitual, explico que la crisis hacía que para salir de gira había que ahorrar costes, yo pensé que Carlos se preocupaba por su público y buscaba un precio de las entradas razonable.
Llegado el momento de verle en Santander me di cuenta de lo iluso que soy, el problema es que por la crisis a él le pagan menos y para llevarse a casa lo mismo que antes tiene que repartir menos. Pero como la primera sorpresa del viernes fue ver la sala casi llena, esta crítica tiene poco recorrido, pues según la ley de oferta y demanda los precios, aunque a mi me sigan pareciendo excesivos, son correctos, y además esta claro que los allí presentes compramos la entrada libremente.
En cuanto al concierto poco puedo decir, que lo tenía todo para ser un éxito brutal y se quedo en un acto menor. Tenía un repertorio llenos de clásicos que invitan a corear y disfrutar, tenía unos buenos músicos que hicieron bien sus trabajo, tenía la entrega de Carlos Goñi que como siempre lo dio todo y tenía un añadido muy importante un público entregadísimo que coreo, grito, bailo y aplaudió a rabiar.
Pero faltó lo principal, en lo único que un grupo de música no puede fallar, un buen sonido. Por el vídeo que os dejo de la noche de Santander creo que en la parte mas cercana al escenario se debía escuchar mejor, y de hay la entrega desmedida del público, pero de mitad para atrás la música se perdía entre ruidos que convertía la mezcla de voz e instrumentos en un batiburrillo brutal.
¿La culpa? pues creo que la sala no es la mejor para un concierto de Rock, pero es responsabilidad del artista defender su música, y creo que en estos tiempos y con los equipos de sonido que hay, se puede sonar bien en "casi" cualquier sitio, aunque igual con 25 € por persona no tenemos dinero para los equipos adecuados..... Uff que socorrida es la crisis.
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