Ahora que estoy un poco enfadado con el tío Sabina, lo mejor que podía encontrarme esta joya, una Obra maestra de canción mezclada con la interpretación de Quique y el gusto infinito de Jacob. Dios mío y pensar que cuando hablas de Quique Gonzalez me miran raro por que no lo conocen... Que injusta es la industria discográfica y que GRANDE es la MÚSICA.
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