Después cerveza fría e intento fallido de arreglar "nuestro mundo", como siempre charla agradable.
Un poquito más tarde en el Restaurante "La Bicicleta" de Hoznayo concierto tranquilo y con mucho gusto de Chebú.
En el jardín del restaurante con luces indirectas y alguna vela se creó un bonito ambiente para que Chebú dúo de teclado y voz nos deleitara con canciones propias y versiones de otras más conocidas.
La verdad es que no me esperaba mucho, quizá una voz bonita y poco más, y sin embargo la voz de Yenia y el arte que desprende Nahúm Cobo son algo más.
Cantan canciones en Inglés, Ruso, Castellano y seguro que en algún idioma más que se me escapa y la verdad es que Yenia con su gran voz y su pinta de niña buena y vergonzosa consigue envolverte y tenerte pendiente de su preciosa manera de cantar.
Pero además Nahún desprende al teclado, "guitarra pequeña" e incluso cantando un poso de buen músico y de tío que sabe lo que hace, la verdad es que me a parecido un gran descubrimiento en la música Cántabra.
Aquí os dejo una muestra de lo que son capaces:
Y después de esto me voy unos días de descanso, sin conciertos (nos sé si podré) y con la música justa, así que en unos diez días os dejo en paz, que después de casi un año os lo merecéis.
Como siempre GRACIAS por estar ahí y hasta pronto.
Hace unos meses coincidí en la barra del Rubicón con una chica guapa, joven y rubia.
ResponderEliminarSe había acercado a saludar y felicitar a uno de los componentes de Arboswing. Les presentaron: ella también se dedica a la múscia, canta y no hace mucho lo había hecho en ese mismo local…
Me picó la curiosidad; indagué un poco y averigüé que se llama Yenia Popova, es de origen ruso y desde finales del año 2.010 recorre pequeños escenarios de nuestra región junto al teclado de Nahúm Cobo, músico habitual de la escena cántabra.
Juntos son Chebú.
Les he seguido la pista pero hasta hoy no había tenido la oportunidad de verles tocar.
El joven restaurante “La Bicicleta” de Hoznayo les ha prestado esta noche un rinconcito de su terraza, bajo un par de sombrillas y frente a un rosal y una tapia de piedra.
Yenia tiene una voz bonita cargada de matices. Canta erguida, con las manos apoyadas en su cintura y los ojos cerrados mirando al cielo.
En las pausas entre canción y canción se muestra tímida; apenas nos cuenta nada y busca a Nahúm, sentado a su derecha, frente al teclado.
Se cruzan miradas cómplices y él la arropa con los maravillosos sonidos que brotan de sus dedos…
Juntos nos han regalado un concierto pausado, sobrio, sin estridencias.
Una colección de canciones, unas propias y otras prestadas, interpretadas con un gusto exquisito que funde la experiencia de un buen músico con la frescura de una voz joven y linda.